La gripe económica al vapor

Pese a mi ignorancia en temas de acciones, bolsas, inversiones e ibex 35, voy a tratar de comentar el caso del apretón griego. Tras meses de vacilaciones, la Unión Europea se ha decidido. Se ha aprobado un préstamo de 110.000 millones de euros para Grecia por un periodo de tres años. Con esto se pretende evitar la quiebra de uno de sus estados y conservar la estabilidad de la moneda única. Los países europeos han acordado prestar 80.000 millones de euros, de los que 9.792 procederán de España, según la vicepresidenta Elena Salgado. La coletilla de 30.000 millones que faltan iran a cargo del Fondo Monetario Internacional.

Pero, como dice nuestro proverbio: “por interés te quiere Andrés”, el dinero no se regala. Y si se ha hecho este solidario y rápido movimiento de ceros ha sido para evitar un vertiginoso contagio a los demás países. La fraternidad quedo obsoleta en 1989. El imperativo categórico kantiano sólo es un libro más en una estantería torcida del comedor de la canciller alemana, reticente hasta el último momento en cuanto a sacar el talonario. Alemania no ha dejado de poner pegas, ahora exigía esperar una semana más antes de activar el préstamo. Por suerte triunfó la presión de los otros países miembros para sorprender a los mercados con una decisión de efectos inmediatos. Grecia ha tocado techo, y para algunos, el miedo a que no pague la deuda es mayor que la voluntad de salvar un país. Por ello, el interés que deberán pagar los griegos es muy inferior al que le reclaman los inversores para colocar sus bonos.

Ahora, puede que toque mirarse el ombligo y pensar que después de Grecia vamos nosotros. No hay que alarmarse, en 2009 tuvimos un déficit público similar al griego, eso sí, el ratio de nuestra deuda sobre el PIB ni llega ni a la mitad. Los griegos nos han dado una lección y es de agradecer. Ahora toca aprender de ella y no resbalar ni contagiarse de esta temida gripe económica que puede propagarse como la nube de humo de un volcán. Bienvenido Mister Marshall.

El circo de Manolo Lama

Es un tema fácil y muy fregado ya, pero no por ello menos importante. Manolo Lama y su folclórico-penosa retransmisión desde Hamburgo ha encendido los transistores de la mayoría de hogares. En una conexión en directo antes de la final de la antigua UEFA entre el Atléctico de Madrid y el Olympiakos, el periodista (si cabe) animaba a unos aficionados del Atlético a ofrecer dinero a un mendigo. Este estaba cubierto con una manta y miraba el espectáculo que se estaba generando a su alrededor con una mirada entrecortada mientras unos cromañones colchoneros llenaban su recipiente metálico de monedas, tarjetas de crédito y hasta algún teléfono móvil al son de mofas y con un director de orquesta con las baquetas sueltas que estaba ejerciendo de periodista en un canal en abierto con finalidad de servicio público.

Al dia siguiente se crearon diversos grupos de Facebook mientras el Twitter chispeaba comentarios pidiendo el despido inmediato de Manolo Lama por su lamentable actuación. No sólo la suya, sino también la de sus compañeros en plató que no se dieron cuenta de semejante atrocidad y le siguieron la broma hasta acabada la conexión.

El Mendigo ha declarado al diario alemán "Morgen Post" que se siente “muy herido” y “molesto” con el periodista ya que “no pueden mofarse así de mi”. También reconoce que no entendía nada de lo que decían y que no le pidieron permiso para grabarle. Esta es la imagen de España en Europa, folclore, toros y patrañas.

Ha sido un gesto indignante, donde unos aficionados y un periodista agreden directamente contra la dignidad de una persona, generando un espectáculo aprovechándose de la situación social de una persona.

Lógicamente, visto el remolino de acusaciones que ha suscitado la conexión del periodista, Cuatro, cadena desde donde se emitió el programa, ha emitido un comunicado al respecto. Ha justificado a Manolo Lama con el típico tópico de “fue sin querer” o “la intención no era esa”. Afirman que “confiesa que se da cuenta de que se ha equivocado cuando ve que los aficionados además de dinero empiezan a colocar otros objetos” y que “reconoce que fue una decisión equivocada que no se justifica por la buena intención con la que la tomó”.

Por suerte para la dignidad de la sociedad civil, la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (SETSI) ha decidido abrir un “expediente de oficio” a la cadena por lo sucedido. Manolo Lama y Cuatro podrían enfrentarse a una sanción hasta de un millón de euros ya que en el artículo 57.1 de la nueva Ley General Audiovisual se considera como infracción muy grave “la emisión de contenidos que de forma manifiesta fomenten el odio, el desprecio o la discriminación por motivos de nacimiento, raza, sexo, religión, nacionalidad, opinión o cualquier otra circunstancia personal o social”.

Con ejemplos como estos se hace latente la necesidad de la creación un organismo real que regule y controle las emisiones de las cadenas tanto privadas como públicas, y extermine de un vez por todas con el “vale todo” televisivo.