domingo, 13 de junio de 2010

La mala educación

El viernes 21 de mayo, quien hubiera desayunado antes de ir a por el periódico estuvo de suerte. Él que no lo hizo tuvo que enfrentarse cara a cara con portadas de este tipo. Probablemente, dejo el café para otro momento, como me pasó a mi. Mientras los diarios catalanes vestían un mosaico de Villas con recortes presupuestarios, los diarios madrileños (ABC, El Mundo, El País o la Gaceta) desnudaban las entrañas del lector con una fotografía estremecedora. La pregunta que planteo es: puede un medio de comunicación escrito publicar una foto como esta para su portada? Perdón por la soberbia, pero no, rotundamente no.

No sé vosotros, pero yo de pequeña siempre iba al kiosko a comprarle el periódico a mi padre mientras él pedía el desayuno en la plaza. Si hubiera ido un 21 de mayo como el pasado, mi infancia no hubiera sido la misma. Espero que a ningún progenitor se le ocurriera mandar a sus súbditos a comprar el diario el viernes. Por el bien de sus cutis y de su sueño. El diario está a la vista de todos, en un kiosko situado en un lugar público, con portadas como esta que fomentan el espectacularismo y la morbosidad informativa.

Una fotografía como esta, si cabe, debería introducirse en el interior del periódico, en la noticia pertinente. Pero claro, como atraemos al lector? Así, quitándole las ganas de desayunar. A mi parecer, es una forma contraproducente de actuar. Por una parte, corren el riesgo de tener entre sus filas lectores escrupulosos y por otra es como conocer a alguien totalmente desnudo, pierde todo el misterio. Cuando vemos una portada así, ya sabemos que en el interior no puede haber nada más sobrecogedor, por lo tanto, el lector puede simplemente echarle un ojo a la foto y apostar por el Villarazo.

Hace falta sobrecoger al lector con una fotografía tan sangrienta en portada en el caso de una cogida de toros. No estamos hablando de una catástrofe mundial, donde una fotografía con características similares pueda despertar conciencias y pueda servir de caldo de cultivo para un buen sofrito de solidaridad. Hablamos de una simple corrida de toros. Que mal trago por una simple corrida de toros. A mi que no me lo hagan más. Y a mi hijo tampoco. Sin duda esta no es la forma de educar a un ciudadano y menos a un hijo.

PD: no podréis comprender, después de esto no pondré la foto de la portada. Gracias

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